CERRADO POR ATARDECER

Con este blog quiero compartir con vosotros estos relatos fruto de vivencias, experiencias, reflexiones, etc.etc. Por tanto la mayor pretensión es que os gusten y os animéis a dejar algún comentario o sugerencia para animar y motivar futuros escritos que ayuden al crecimiento personal y alejarnos en la medida de lo posible de fatalismos y mediocridades.



UN ABRAZO A
TOD@S

domingo, 20 de noviembre de 2011

ABRIGOS PARA EL ALMA



Hace unos días paseaba por una céntrica calle comercial cuando la tarde se había difuminado en  una de esas noches desapacibles y laborables de noviembre.  Había  mucha gente que entraba y salía de las tiendas de ropa, no sé si a comprar o a mirar, en todo caso  el ajetreo siempre es mayor en tiempo de calendas.  Observé como los maniquíes lucían prendas de abrigo y complementos que, estudiadamente, llamaban la atención de los potenciales compradores y la de algún observador avezado que tiene un blog que alimentar.  Vi sobre estas inquietantes siluetas inertes, lucir  guantes que abrigaban las manos, esas manos que representan  el hacer. Había también gorros, muchos gorros que, metafóricamente, representan el abrigo de nuestra máquina de pensar y pijamas de franela que abrigan nuestro descanso invernal. Las bufandas que abrigan nuestras cuerdas vocales, importantísimas cuerdas que hacen que nos comuniquemos con relativa facilidad. Observé también, paquetes de tres y cinco pares de calcetines de invierno, los que nos abrigan los pies que, simbólicamente ,representan las  huellas que vamos dejando por el mundo. Y muchos abrigos, cazadoras, anoraks y plumíferos que abrigan nuestros torsos y gran parte de nuestros órganos vitales que nos permiten seguir viviendo para poder hacer, pensar, comunicarnos y descansar.
Vi también tiendas de electrodomésticos que hacen que la vida nos sea más cómoda, tiendas de informática y televisores de última generación donde todo es más caro cuanto más pequeño y plano es su formato.  Utensilios que abrigan nuestra comodidad y nuestro ocio propios del milenio que nos toca vivir. Necesidades 3.0 que diría algún friki.
Pero hete aquí que me dio por pensar con mi máquina al descubierto y las manos en los bolsillos, mientras buscaba un paseo reparador a una dura jornada de trabajo y agradeciendo al aire fresco que también refrescara mis ideas.  Llegué a la conclusión de que estamos rodeados de tiendas,  franquicias y grandes centros comerciales que velan porque llevemos abrigados el cuerpo, pero mi reflexión me llevaba a preguntarme quién se encarga de abrigarnos el alma, dando por hecho que tan importante es un abrigo como el otro. Y me dio por responderme que el alma es abrigada por la sonrisa de tu hijo, por la cena con los amigos, por un vino en el momento oportuno, por la mirada tierna y cómplice de la pareja, por los escritos de Galeano, por una canción de Serrat, cuando haces un favor, cuando provocas una sonrisa, cuando lloras de emoción, cuando las injusticias son juzgadas y reparadas, cuando por fin llega la primavera, por una profunda y rica conversación, por subir montañas, por avanzar y seguir superando dificultades, por seguir aprendiendo, por jugar, por bailar, por ver felices a los que te rodean,  por abrazar y ser abrazado, por ver atardecer…cada cual sabrá  de que tejido está confeccionada la ropa que le abriga el alma.
            Sería bueno que estas prendas también tuvieran su fashion week, diseñadores, cazadores de tendencias y personal shopper;  pero con una sola condición: que las modas sean terrenales, cercanas, cálidas y confeccionadas con  tejidos al alcance de cualquiera. Sin modelos desnutridas, sino por personas de carne y hueso, de este planeta, gente como tú y como yo que nos sorprendemos y emocionamos con lo humano y natural. Y cuando nos encontremos a este tipo de personas abrigadas en cuerpo y alma, alegrémonos y tengámoslas cerca pues su calor nos  irradia armonía y provoca ciertas dosis de alegría a  todos aquellos que realmente entendemos que la  moda del alma tiene mucho que ver con el  sentido de la vida.
Toño Villalón