CERRADO POR ATARDECER

Con este blog quiero compartir con vosotros estos relatos fruto de vivencias, experiencias, reflexiones, etc.etc. Por tanto la mayor pretensión es que os gusten y os animéis a dejar algún comentario o sugerencia para animar y motivar futuros escritos que ayuden al crecimiento personal y alejarnos en la medida de lo posible de fatalismos y mediocridades.



UN ABRAZO A
TOD@S

domingo, 24 de febrero de 2013

DERECHOS REBAJADOS




Esta foto la saqué ayer paseando por una de las céntricas calles de Salamanca y enseguida mi cabeza se llenó de ideas que este inerte maniquí resumía a la perfección con su rebajada presencia. Obsérvese como el precio más alto luce a la altura genital y que este se va degradando a medida que asciende, como queriendo decir cuando llega a la parte más alta, que ya estamos locos de remate…de remate final…vamos hasta perder la cabeza. Pensaba también que como nos sigan rebajando derechos acabaremos inmóviles y en pelotas rellenando el escaparate de nuestras resignadas vidas. Desconozco las prendas que cubrían la silueta de nuestra enigmática modelo antes de llegar a la fiebre máxima y descontrolada de un consumo sinfín, que la ha dejado como el dios de los maniquíes la trajo al mundo. Pero ahora sé que todo es una mentira, una burda mentira de perspicaz escaparatista, puesto que en ese paseo no había nadie por la calle, y muchos escaparates adyacentes ya no lucían desnudos maniquíes, sino carteles de se vende, alquila o traspasa. 99 veces tendré la oportunidad de no callarme ante esta injustificada y cruel estafa planetaria que nos han impuesto vivir, en 49 ocasiones mis pensamientos clamarán porque los culpables paguen sus culpas si es que a la justicia todavía le queda un ápice de decencia y sentido del deber, y 29 veces veremos a los culpables purgar de manera laxa sus culpas, ante un modelo político, social y económico que es incapaz de absorber tanta hipocresía. Ojalá algún día nos demos cuenta que juntos y solo juntos llegaremos a alcanzar lo verdaderamente importante y justo. Tal vez entonces seremos conscientes de que esos precios acabados en nueve es la trampa que nos tiene acomodados en su sutil juego. Pues eso…cuestión de redondeo.
Toño Villalón

viernes, 8 de febrero de 2013

LA CALLE






Calle por donde transitan nuestros pasos e ilusiones, nuestros recuerdos y esperanzas. Calle que evoca a olores y niñez, a travesuras y correrías; calles de primeras miradas amorosas, de protestas estudiantiles, de copas nocturnas y horas de espera para coger el mejor sitio en el concierto. Luego crecemos y descubrimos que las moralejas enturbian y entristecen a los cuentos y esas mismas calles adquieren otras funciones que, demasiadas veces, conducen a espacios inhóspitos y despersonalizados cuya función principal es la de ir y consumir bienes y servicios, ser invadidos por la prisa y el estrés, visualizar la dureza del asfalto y emprender la búsqueda de un barrio que te acoja en función de lo se esté dispuesto a pagar por vivir en él.

Y en este “vivir” entra en escena la lotería de la vida, ese maldito sorteo que decide de manera aleatoria quién hará de la calle un lugar efímero, gozoso y transitorio o su propio espacio en el que poder ejercer, injusta e inhumanamente, los designios de la supervivencia. Si en este sorteo te sale “cara” te llamarán normalizado y tendrás más de un buen motivo por el que creas que merece la pena este extraño fragmento de tu existencia, si te sale “cruz” te llamarán inadaptado y se pondrá en tela de juicio tu capacidad de llevar una vida estandarizada. Si te sale “cal” construyes y embelleces un proyecto de vida, si te sale “arena” las esperanzas se ven truncadas por la adaptabilidad a un contexto indeseado. Si te sale “blanco” tendrás luz, horizonte, estética y belleza, pero si te sale “negro” será la incertidumbre la que balice tu limitada amplitud de imaginarte una vida mejor.

La deseada y elegida calle que acoge tus decididos pasos por las aceras que llevan rumbo a algún destino que nos ayude a vivir mejor; o la puta calle que nos haga vagar sin esperanza intentando gritar al mundo que yo valgo por lo que soy y no por lo que tengo. Zygmun Bauman en su libro titulado: “Vidas Desperdiciadas. La modernidad y sus parias”, nos recuerda que de las fábricas parten a diario dos tipos de camiones que transitan por nuestras calles: un tipo de camiones se dirige a los comercios y a los grandes almacenes; el otro, a los vertederos. Por lo tanto, se podría deducir que aquellas personas que no puedan subirse al primer camión, se verán abocadas a ser tratadas como material de desecho en una economía de mercado que es incapaz de absorber tanta hipocresía.

Ojalá algún día, en todos los pueblos y ciudades, alguna calle lleve por nombre “Techo por derecho” y que en algún rinconcito de esa calle, alguien esté dispuesto a avergonzarse de lo que como sociedad hemos sido capaces de llegar a crear. Y si además hay alguien con valor y dotes pedagógicas, que haga esfuerzos por explicárselo a sus hijos sin apartar la mirada de sus ojos.


Toño Villalón