CERRADO POR ATARDECER

Con este blog quiero compartir con vosotros estos relatos fruto de vivencias, experiencias, reflexiones, etc.etc. Por tanto la mayor pretensión es que os gusten y os animéis a dejar algún comentario o sugerencia para animar y motivar futuros escritos que ayuden al crecimiento personal y alejarnos en la medida de lo posible de fatalismos y mediocridades.



UN ABRAZO A
TOD@S

miércoles, 8 de diciembre de 2010

REBELIÓN EN EL ABECEDARIO


        
         Se cuenta que cierto día ya cansados de intentar una y otra vez reunirse sin poder conseguirlo, por fin todas las letras del abecedario se pudieron juntar y exponer ante el Consejo todas sus quejas y reivindicaciones. Ya estaban al límite pues veían peligrar sus locuciones ante tanto sms, tanta abreviación en el sector automovilístico y, por supuesto, tanto apunte rápido dentro de las aulas.

         La A empieza a estar cansada de tanto liderazgo pues ser la primera es un lastre de responsabilidad que empieza a cansarla, a lo que la B le contesta qué sabrá  de cansancio y que tenía que estar como  ella en boca de ovino todo el santo día para que sepa lo que es cansancio y mal olor. La C junto con la D (CD) habían hecho una buena coalición en aras de un óptimo  soporte musical y se mantenían al margen de la polémica de los mantas y piratas. Mientras,  la E toda ella señorial  no deja de viajar y representarnos como país por todo el mundo y verse en todas las matrículas pues no deja de retroalimentar  su ego (entre nosotros….se lo tiene un poco creído). Por su parte la F  sigue siendo el fonema mejor informado de todos, es lo que tiene tener una agencia de noticias que lleva tu nombre. La G dice estar cansada de ser un punto que nadie encuentra y pide mejor señalización  a lo que la H le replica: joder no sé de que te quejas....a ti por lo menos te oyen y no como yo, que este puñetero abecedario soy la única letra de integración ...vamos lo que se dice muda.

         El ambiente estaba caldeado, por lo que el consejo decidió que la I controlase el cotarro por aquello de que es la que más Impone. Enseguida tuvo que llamar la atención a la J que había empezado a entonar: “......y a la Virgen del Pilar.....” y a la KLM que seguían fardando de saber volar y no hay manera de conseguir que aterricen y se estén quietas de una vez.


         Viendo que el ambiente estaba tan caldeado, el Consejo de Fonemas decidió hacer un receso y pidió a la P a la A  y a la N que buscasen compañía para dar un aperitivo a todos los miembros del plenario. Consiguieron reunir a las letras J, A, M, O, N , y también I, N, O y la cosa parece que se calmó un poco, cuando consiguieron convencer a la V para que  participase un poquito de la fiesta y poder dar  bebida a los presentes; la muy jodía desde que acabó la célebre serie de los lagartos no ha vuelto a levantar cabeza.

         Después de tan lustroso ágape el Consejo agradeció la generosidad de los fonemas y se reanudó la sesión. Era el turno de la N la cual no estaba satisfecha con la Ñ por que ésta tenía un rabito de más, pero que intentaría esforzarse para mejorar las relaciones con su colega, al fin y al cabo están juntos en las palabra NiÑos y tampoco es cuestión de dar mal ejemplo y crear mal rollo. La O, por su parte,  sostenía que era una letra muy cómoda, pues el polvo no se le acumula en las esquinas y que ella pasaba de buscar la cuadratura del círculo y todos esos rollos místicos que no llevan a ninguna parte.

La P se queja de que cada vez hay más coches y dice que como esto siga así aquí no aparca ni dios y pronto se ve en el paro, por lo cual solicita al consejo que la tenga en cuenta para próximos trabajos. Por su parte la Q, por cierto……¿dónde está la Q?, por favor: ¿alguien sabe donde está la Q? el Consejo estuvo buscando  largo y tendido y no dieron con ella pero la Ch que es la más Chismosa de todo el abecedario sabe de buena tinta que una prima de P le ha contado que su amiga la T dice saber que después del Centenario del Quijote la pobre Q no aguantó la presión y al terminar tan Quijotil año se ha tomado un período sabático. Los fonemas lamentan tan sensible  pérdida temporal y pide paciencia  a todos aquellos a los que les guste el Queso.

         Por su parte la R sigue igual de machacona, pesada y cabezota y ella siempre a lo suyo y reincidiendo, vamos lo que se viene llamando: erre que erre. Y la S. ¿Qué me dicen ustedes de la S que siempre está en boca de piropo y/o exaltación? : Ese cuerpooooo, ese culito que no me pase hambre, ese pedazo de partido….en el fondo y aunque parezca más retorcida que un meandro, siempre está en las cosas importantes ¿no?.

         La T lleva tiempo enfadada pues este país siempre peca de lo mismo y ya se sabe….”en casa de herrero cuchillo de palo”, pero aunque aquí no le demos mucha bola ella presume que al menos en el Reino Unido y a las 5 de la tarde es la protagonista con pastitas y un terrón de azúcar (qué estirada es la jodía).

         La U tampoco está muy contenta y quiere dejar de asustar a la gente, cree que está empezando a caer un poquito antipática y solicita al Consejo pasar más tiempo con la E para representar a Europa al más alto nivel.

Con la W no sabemos muy bien que hacer, no es que estorbe, no, pero valer, lo que se dice valer, pues oye salvo que te las des de políglota y en vez de agua pidas “water please”, pues tampoco le vemos mayor sentido.

Luego está la X, la pobre, entre que o es incógnita o es porno, está que no se aclara   y de momento seguirá tomando la medicación para el trastorno bipolar que tiene diagnosticado.

La Y tiene aires de superioridad con la V porque ella está realzada pero ésta le dice que tendrá mucho de conjunción pero que de copulativa sólo tiene las ganas. Y por último está la Z, que además de ser la última letra de este conjunto de fonemas, es el autógrafo utilizado por ese héroe popular llamado Cánido Vulpes, más conocido por todos como  el Zorro.

         Por fin el Consejo de Fonemas escuchó todas las quejas y críticas y pidió un breve receso para deliberar y sacar sus conclusiones. No pasó mucho tiempo cuando el Consejo expuso ante el plenario el resultado de su breve reunión. Habían decidido que cada año se eligiera una palabra y ésta sería la representante de las letras para ese periodo. También habían llegado a la conclusión de que la palabra elegida empezaría por P puesto que era la única letra que había pedido un trabajillo extra al Consejo. Dejaron unos minutos y rápidamente se formó un gran murmullo entre todas las letras pues unas querían ser las elegidas y otras no. Pasadas unas horas y viendo el Consejo que no se ponían de acuerdo, optaron por  adoptar una decisión salomónica y eligieron junto a la P, a la primera y última letra del abecedario. Por fin habían palabra como embajadora para el año en curso. Sí amigos, la palabra PAZ era la encargada de representar al Consejo. Paradójicamente y aunque ha nacido del No entendimiento de las letras, es grande la responsabilidad que en ella recae y todos esperamos de ella que sea una gran representante y embajadora. Todos deseamos mucha  PAZ para este año. PAZ exterior e interior, PAZ a raudales, PAZ para exportar y PAZ para importar sin importar que haya mucha, mucha, mucha,  PAZ y colorín colorado el cuento de las letras se ha terminado.



Toño Villalón

domingo, 21 de noviembre de 2010

cerrado por atardecer: Me quedo con los valientes

cerrado por atardecer: Me quedo con los valientes

Me quedo con los valientes

En el complejo camino que conduce al conocimiento de las personas vamos aprendiendo a identificar a aquellos semejantes con los cuales merece la pena compartir un trecho del camino de la vida. Lo de buscar compañeros de viaje nunca fue tarea fácil, pues corres el riesgo de que te conozcan tal cual eres, con tus posibles virtudes y con tus tangibles defectos. Aquellos que obtienen el merecimiento de la elección los llamamos: compañeros, amigos, colegas, parejas...son aquellos seres a los cuales elevamos a categoría de importantes, quienes te han disfrutado en las de cal y te han aguantado en las de arena. Son la criba de tu red social, seleccionados en base al binomio mitad instinto mitad convivencia que da como resultado una extraña química que alimenta el alma y acompaña al cuerpo. Si la selección fue  buena y el instinto gozó de inspiración rara vez se rompe el embrujo de la química. Si somos fieles al tipo de personas que un día decidimos ser, acumulamos puntos extras hacia la autenticidad y estaremos más cerca de la conservación de este intangible que son nuestros seres queridos, nuestros indispensables. La fidelidad a un estilo de vivir y de pensar es lo que estabiliza nuestra identidad y es por ello por lo que no permitimos a nuestros cercanos  grandes y bruscos cambios que modifiquen la esencia de la persona a la que un día elegí como acompañante y nutriente personal.

          Me divierte la aleatoriedad sobre como conocemos a los sujetos, estando en un lugar, bien sea físico, bien virtual en la misma fracción de segundo y me sorprende como nuestras vidas pueden cambiar de manera notoria y sustantiva atendiendo a las leyes de la convergencia y de la caprichosidad del destino. Me divierte también la gente que huyendo encontró, los de la segunda oportunidad, los que dijeron: nunca más, los que buscan desesperadamente una simbiosis de soledades, los que ya saben de que va el juego de la vida y aquellos que siguen buscando las reglas de éste a golpe de torpezas, inseguridades y frustraciones.

         Yo sigo prefiriendo a mis queridos imperfectos, aquellos que superaron el simbólico casting de la bonhomía, los que educan hijos, los que madrugan o trasnochan para ir al trabajo o para ir a buscarlo, los que no han perdido la capacidad de jugar, de sorprenderse, de reírse de sí mismos, de soñar despiertos, de crear y de creer que merece la pena este extraño y caprichoso trance del vivir. Y son estos selectos personajes los que nos ayudan cuando sufrimos, nos animan en la desesperanza, confían en nuestros potenciales aunque estos parezcan permanecer latentes, nos orientan con la confianza que les otorga estar situados en la atalaya de la prudente distancia desde la cual nos ofrecen pistas para solucionar los conflictos con la inmanencia de nuestro ser y así poder lograr una mayor calidad y calidez en el estar. ¡Yo con esta clase de seres voy donde haya que ir!.

No faltarán a nuestro alrededor personajes que intoxiquen la quintaesencia de nuestro ser, los que se miran en espejos ajenos buscando el reflejo de lo que no podrán ser, de aquellos para los cuales la paleta vital domina todas las variedades de grises, de aquellos que nunca fallaron porque jamás corrieron riesgos...por ello yo me quedo con los anteriores, los que un día me cogieron el corazón: mis amigos, mi universo de elementos imprescindibles. Por todo ello es por lo que yo me quedo con los valientes.

Toño Villalón de Cabo

martes, 16 de noviembre de 2010

pequeñísimas reflexiones

-. Porqué cuando en publicidad televisiva vienen del futuro a hablarnos de algo siempre lo hacen para lavar más blanco o quitar la suciedad de una manera más sofisticada. ¿No tenéis nada para el cáncer?

-. Desgasta  más decir: tengo que dejar de fumar, que ponerte a ello. (aplícalo a cualquier otro vicio).

-. La mejor frase que he escuchado en mucho tiempo a propósito de una campaña contra el VIH-SIDA:  “Si me das un beso, lo único que te contagiaré será ternura”.

-. Poner de presidente de los Estados Unidos a Obama después de Bush es asumir que hay día y noche, bien y mal, dolor y alegrías, enfermedad y bienestar,  negro y blanco (obsérvese el juego de palabras). Blanco fue Bush de todas las críticas y negro lo tiene Obama sino lo hace mejor que su predecesor.

-. No puedes entender la nobleza al 100 % si no has convivido con un perro.


Toño Villalón.
 

martes, 2 de noviembre de 2010

cerrado por atardecer: FUSIONES

cerrado por atardecer: FUSIONES

cerrado por atardecer: ¿Porqué caminas caminante?

cerrado por atardecer: ¿Porqué caminas caminante?

cerrado por atardecer: PATIO DE COLEGIO

cerrado por atardecer: PATIO DE COLEGIO

cerrado por atardecer: BASUREROS DEL ALMA

cerrado por atardecer: BASUREROS DEL ALMA

cerrado por atardecer: HABLO EN NOMBRE

cerrado por atardecer: HABLO EN NOMBRE

cerrado por atardecer: SE TRASPASA

cerrado por atardecer: SE TRASPASA

cerrado por atardecer: SOBRE ALERGIAS

cerrado por atardecer: SOBRE ALERGIAS

cerrado por atardecer: UNA DE BANCOS

cerrado por atardecer: UNA DE BANCOS

cerrado por atardecer: VACUNAS CONTRA LA MONOTONÍA

cerrado por atardecer: VACUNAS CONTRA LA MONOTONÍA

cerrado por atardecer: MOCHILAS

cerrado por atardecer: MOCHILAS

cerrado por atardecer: EN EL SUPERMERCADO

cerrado por atardecer: EN EL SUPERMERCADO

cerrado por atardecer: EN EL RESTAURANTE

cerrado por atardecer: EN EL RESTAURANTE

cerrado por atardecer: REIVINDICAR LA CALLE

cerrado por atardecer: REIVINDICAR LA CALLE

REIVINDICAR LA CALLE

Reivindicar la calle

Desde hace siglos los ciudadanos han expresado en la vía pública todo aquello concerniente a la ciudadanía, los derechos, la cultura, los valores, etc. etc. En el ágora se trazaban los fundamentos éticos y morales que repercutían a todos los ciudadanos, existía conciencia de ciudadanía y lo que es más importante: los problemas de los vecinos eran de dominio público en cuanto a su difusión mediática de la época y en lo que tenía que ver con la resolución de los mismos. Por lo tanto existía cierta visibilización sobre los problemas de la ciudadanía así como cierta conciencia resolutoria en aras del bienestar común.

            Siglos más tarde la pregunta es la siguiente: ¿por qué somos capaces de movilizarnos hoy en día? y más concretamente en nuestro país, en nuestra ciudad, en nuestro pueblo. La cultura de lo individual se ha impuesto a lo colectivo, algo ha pasado en nuestras vidas y en nuestros contextos más inmediatos cuando nadie se siente invitado o se da por aludido en la resolución de  los problemas  ajenos. Se nos ha disgregado como estrategia pseudopolítica para hacer como que los problemas no existen o no son relevantes, éste nunca fue un buen escaparate político a la hora de presumir de territorio. De hecho hoy sólo protestamos cuando el problema nos toca de lleno y no podemos hacer nada por solucionarlo, o bien porque no tenemos ideas o porque no tenemos recursos. Entonces acudimos a los medios de comunicación ávidos de contenidos y morbos y sacamos a relucir nuestras vergüenzas y nuestras miserias esperando la ayuda de algún Mesías que nos solucione la papeleta y en ese peregrinar inmisericorde se nos va la dignidad y la confianza en el ser humano. No acabamos de comprender que en esta vida todos, absolutamente todos, tenemos papeletas para que nos toque lo inoportuno, lo injusto, lo desgraciado, lo indeseable…y que solamente podremos resolver problemas, si contamos con todos para aportar soluciones. Así nos va como nos va,  pensando que nuestros políticos velarán por nuestro bienestar y delegando en ellos la resolución de todos nuestros problemas. A estas alturas de la película ya nos ha dado tiempo a ver que importan más los problemas de los poderosos bancos y banqueros que los de los disgregados y rejodidos ciudadanos.
La Calle ha perdido protagonismo en detrimento de los colectivo y de lo público, se ha hormigonizado en exceso y no existen demasiados espacios de encuentro donde no haya que pasar por taquilla para poder acceder a los mismos. Las asociaciones vecinales han ido perdiendo peso específico en las reivindicaciones colectivas de sus barrios y hoy apenas sobreviven es espacios inadecuados y con actividades de entretenimiento acordes a las subvenciones que reciben.

            Pero no todo es negativo, pues cuando se trata de ensalzar los éxitos deportivos o los triunfos de cualquier  famosillo bailarín o recibir al ganador de gran hermano 35 por poner algún ejemplo, pues allí estamos dándolo todo y haciendo que se sientan acogidos no vayan a pensar que nuestra ciudad no es solidaria con el triunfo y éxito de los demás por muy sospechosos o casposos que estos puedan ser.  Desgraciadamente no nos faltarán motivos que requieran nuestra presencia y nuestra significación en la vía pública para intentar concienciar y visibilizar los grandes problemas de la sociedad que nos ha tocado vivir y los que vivirán nuestros hijos. En nuestra mano está reivindicar lo colectivo, recuperar la calle para nuestros legítimos objetivos ciudadanos y apoyar todas las iniciativas solidarias que nuestra conciencia nos diga que debemos apoyar no siendo que como predijo Martin Niemöller, al final venga a por mí  el problema y ya no quede nadie que diga nada.
En esto he de reconocer que un poco de envidia si os tengo franceses.

Toño Villalón




EN EL RESTAURANTE

 En el Restaurante

            Si existe un evento social que se utiliza como excusa para vernos, disfrutarnos o aguantarnos, es el que se realiza en torno al comer y si éste se realiza en un restaurante pues mejor que mejor, sobre todo para la persona que ese día ni prepara, ni friega, ni arriesga.
            Dependiendo con quién asistamos a estos templos gastronómicos la primera encrucijada que se nos presenta es ver al lado de quién me siento. No me engañéis diciendo que esto nunca os ha pasado, sabéis perfectamente que el mejor plato del mundo al lado del insoportable de turno es una de las mayores desgracias culinarias a las que podemos vernos sometidos y viceversa.
            Y que me decís de algunos  niños jodones  que  se dedican a dar voces, llorar  y correr por los laterales de la mesas consentidos por los despreocupados padres y poniendo a prueba la paciencia de los comensales y el equilibrio de los resignados camareros.
            En el restaurante siempre nos gusta la parte de sorpresa que encierran las cartas de menús,  y que abrimos con la duda de si nos echaremos a temblar dependiendo si la lista de platos supera la centena, si es comida de otras latitudes y si además somos de los que nos tiramos diez minutos en decidir si vamos de carne o de pescado. Al final nos decidimos y apostamos por algo nuevo y exótico y no salimos de nuestra duda sobre si hemos acertado o no hasta que el camarero formula las palabras mágicas con el plato en la mano:
-¿quién pidió tabulé hojaldrado con virutas de tofu y volován de puré de castañas con matices de jengibre?
 Y tan pronto como el plato se deposita ante tu mirada sabes perfectamente si has acertado o nuevamente has vuelto a meter la pata. Creo que por eso se inventó lo del: “…y si pedimos varios platos y así los probamos todos” para asegurar que al menos alguno de ellos será de nuestro agrado.

            Encontrar el maridaje perfecto entre lo que se come y se bebe también tiene su puntito y ese momento de gloria que tenemos cuando nos preguntan: ¿quién probará el vino? Y allá que nos lanzamos cual sommelier más avezado en un concurso de la nariz de oro y espetas un: ¡está muy bien!, con una cara convincente no siendo que descubran al menos dos cosas: que no tienes ni puta idea de vinos y que éste en concreto es la primera vez que lo pruebo y dudo si los matices en el retrogusto son de fresno o de abedul.

            Pero mi momento de gloria llega con los postres, sobre todo si hay arroz con leche casero y rico. Ahí reconozco que pierdo los papeles y brindo por quién inventó tan apoteósica fusión que pone broche de oro a cualquier comida o cena que se precie. Entonces me aíslo en mi paladar, me da igual quién esté sentado a mi diestra y siniestra, los niños jodones se vuelven querubines y yo estoy un poquito más cerca de la felicidad.




Toño Villalón.

EN EL SUPERMERCADO

En el Supermercado.


            Todos, absolutamente todos tenemos que pasar por el aro. Dependiendo del puedo y quiero nuestras bolsas serán de triangulitos verdes o de esas que tienes que pagar al pasar por caja. En esto no hay vuelta de hoja: o te gusta o no te gusta, aunque es cierto que hay variables que pueden convertir la compra en algo no traumático o en un auténtico suplicio. Por poner algunos ejemplos: que haya muchísima gente o no, que haya aire acondicionado en verano y calefacción en invierno o no, que sea Navidad o no, que sea sábado o martes, que haya niños llorando por un huevo kinder o no, etc etc.

            Bien es cierto que estas grandes superficies son una buena prueba de autoconocimiento en la cual comprobamos los límites de nuestra paciencia dependiendo si en la caja hay dos o nueve personas por delante de nosotros, comprobando como la ley de Murphy se ceba en nuestra persona al ser siempre nuestra caja la que menos avanza, también ponemos a prueba nuestra generosidad  y educación dejando pasar al que sólo lleva un artículo entre sus manos frente a los sesenta que llevamos nosotros; igualmente ponemos a prueba nuestras dotes asertivas diciéndole a las implacables señoras de cierta edad que hoy no se me van a colar se pongan como se pongan; o a la cajera de tuno diciéndole por vigésimo quinta vez que no tengo la tarjeta cliente y no la voy a querer en lo que me queda de vida aunque me pierda las maravillosas ofertas tres por dos o los vales descuento de un euro para la próxima compra superior a sesenta euros en la sección de perfumería….joder que se tienen que alinear los planetas o tener alma justiciera para no perder ese euro. También ponemos a prueba el caprichoso que llevamos dentro dándonos algún que otro homenaje en aras del “me lo merezco” o del tan socorrido “un día es un día”.

            A estas alturas todos sabemos los trucos de la mercadotecnia, que somos como cobayas a los que se les puede dirigir y manipular, que todo es impulsividad y despersonalización, que todo se compra y se vende, que casi todo caduca o en lo que pestañeas se pasa de moda,  que a nadie le importa donde va el dinero de las multinacionales o que contrato tiene la reponedora de turno. Nuestro objetivo es claro: comprar lo que queremos, tardar poco, que  nos engañen lo justo y gastar el dinero calculado si estamos a últimos de mes. No me diréis que es poco.

            A veces me entra la nostalgia y recuerdo las compras y recados cuando era un crío, los tenderos te saludaban por tu nombre, te preguntaban por tu familia, te hacían la cuenta a lapicero sobre papel de estraza y el mayor premio del mundo consistía en un colín[1].



Toño Villalón.


[1] Dícese de la barrita de pan cilíndrica, larga y muy delgada.

MOCHILAS

MOCHILAS



Nunca he comprado una maleta, lo reconozco y esto me dio que pensar; pero sí he comprado varias mochilas a lo largo de mi vida, por ello quiero responderme a la pregunta de qué es lo que realmente esconde de capital simbólico este elemento portaequipajes que tantas y tantas veces ha colgado de mis hombros. En primer lugar está concebida para no olvidarte mucho de ella, está diseñada para la máxima compañía como la bolsa acompaña al marsupial o la concha al caracol. En segundo lugar te exige capacidad de síntesis, te sugiere resumir pues cuanto menos sintetices más cargas, es una simple cuestión de economía del esfuerzo. En tercer lugar te marca un estilo de las prendas que alberga, nada descolocaría más que ver sacar un traje  Armani de una Altus Mont Blanc de 75 litros. Algo patinaría en esa escena.

            El recuerdo que tengo de mi primera mochila es de dolor pues las bandas que colgaban de los hombros eran estrechas y sin ningún tipo de acolchado lo que llevaba implícito que no se acomodasen sobre ellos sino que se clavasen literalmente y la marca en los susodichos te hacían acordar del viaje días y días después de que éste terminase. Eran pequeñas, con tejidos y costuras muy básicas y mal diseñadas ergonómicamente y sin embargo esto no fue impedimento para que hollasen cumbres, acompañasen expediciones y fueran complemento de excepción a grandes gestas que tenían la aventura como argumento de fondo.

            Hoy, sin embargo, existe una amplia gama de todos los colores y tamaños, para cada tipo de aventura e incluso para cada fase de la misma, los tejidos son resistentes, las espalderas son un ingenio de la comodidad y todo se regula para que su carga se reparta en varios puntos de nuestro motivado cuerpo. Aunque pobre de aquellas personas a las que dicho elemento  sólo se les ajuste al cuerpo y no a la mente. Los bolsillos son estudiados a los requerimientos  y necesidades del  portador y su aventura, actos para dar resguardo a los complementos que nos harán la travesía más cómoda y segura.

            En definitiva ser mochilero es una actitud vital, significa viajar dinámico, donde cierta capacidad de improvisación es algo que también llevamos a cuestas, donde lo más fascinante no lo adquieres a golpe de euros, sino donde nos lleva nuestro esfuerzo y nuestra capacidad de seguir disfrutando de un estilo de vida tan austero como apasionante. Por algo ser maletero es una profesión y ser mochilero una devoción. Por algo un joven con el que me crucé por la calle vestía una camiseta en la que se podía leer: “más mochila y menos maleta”. Por algo en mi vida la mochila es un elemento que me acompaña y contribuye a configurar mi identidad.



Toño Villalón

VACUNAS CONTRA LA MONOTONÍA

Vacunas contra la Monotonía

La pregunta del millón. Me vais a perdonar pero sino os la hago reviento: ¿estáis contentos con el mundo en qué vivís?. Alguien dirá, no sin razón, ya viene el listo con la preguntita jodiéndome  el fin de semana de tele, sofá y paella del domingo. Mira tío: pago mis impuestos, curro cuarenta y cinco horas, tengo que aguantar al capullo de mi jefe, la hipoteca me tiene cogido por los mismísimos, la suegra no me traga y el pequeño me ha suspendido tres asignaturas en el último trimestre. Por si eso fuera poco, mi mujer y yo discutimos mucho los días pares y mucho más los impares...así pues no me jodas con la preguntita de marras que bastante tengo yo con lo que tengo.

            Bueno, no me digáis que no os suena el discurso. Dijo el gran Serrat que la vida te la dan, pero no te la regalan. No veas si afina el nuevo Honoris Causa. Y es que cuando nos ponemos a hacer preguntas de las que te tocan la fibra lo primero que hacemos es sacar la coraza y decir: a mi este tío no me pilla y somos capaces de justificar lo injustificable a costa de que nuestra autoestima salga indemne. Por poner algún ejemplo: ¿eres feliz?, ¿has alcanzado los sueños que te propusiste años atrás?, ¿has traicionado tus ideales por el qué dirán?, ¿realmente necesitabas la nueva tele en 3D? Y ahora la que yo considero mi favo: ¿vives con coherencia?, no sé vosotros pero yo creo que vivir con coherencia trae muchos quebraderos, pero a la larga uno puede disfrutar su precio, sí efectivamente, me refiero a ir con la cabeza bien alta por la vida.

            Y en esas elucubraciones me encontraba yo con las manos en los bolsillos, paseando y silbando al mismo tiempo. Siempre me gustó la gente que silba por la calle, aunque bien es cierto que cada vez somos menos y con el paso del tiempo llamaremos la atención como lo hacen la cabra y el trompetista o el mismísimo afilador, o ¿es qué la gente está tan agobiada y sometida a su vida que ya no le quedan ganas de reír y menos aún de silbar?

            Yo no tengo la solución a los problemas cotidianos que a todos nos acechan, pero si conozco una fórmula infalible para contentar el ánimo y enriquecer la vida, y creo que es válida, en tanto vamos consiguiendo proporcionalidad entre las cosas que nos  disgustan y las que nos agradan. Y de eso se trata, de buscar cosas que nos agraden, que nos produzcan placer, que nos toquen la fibra o consigan que la carne se nos ponga de gallina. Hablo de emociones, de estados de ánimo, de interacciones, de catarsis, pero sobre todo hablo de respeto para la consecución de las mismas. ¿hace cuánto tiempo que no disfrutas de un espectacular atardecer? (y te recuerdo que esto aún es gratis),¿hace cuánto tiempo no disfrutas de una interesante charla  de las que hacen crecer como persona y recuperar la fe en la especie humana?,¿hace cuánto tiempo que no cocinas para alguien con cariño?, ¿hace cuánto tiempo que no viajas hacia algún lugar sorprendente?, ¿hace cuánto tiempo que no te emocionas ante una canción, un teatro, un artista, un poeta, un libro, una película, un mago o una buena persona?.


            Bueno, muchos son los interrogantes, pero también es cierto que para adquirir estas vacunas contra la monotonía, disponemos de información, de informantes, de facilitadores y  de heurísticos. Sólo falta tu empuje. Sólo falta que salgas de tú cómoda crisálida y  busques  emociones, sensaciones,  vivencias y  experiencias que te devuelvan la energía y la armonía que la vida cotidiana parece hurtarnos camuflada entre el tedio y la monotonía. Por todo esto a veces pienso que determinadas personas debieran estar subvencionadas por la seguridad social por su importante labor hacia el bienestar psicológico de sus semejantes. Existen auténticos magos de los acordes, genios anónimos de la interpretación, cuerdas vocales que parecen hilos de fina seda, cuerpos que al moverse hacen danzar nuestro interior, artistas con tanta energía que me río yo de los vatios de mi casa, escritos que son compuestos con el alma, óleos y acrílicos organizados para gustar o hacer pensar y una sola cosa en común a todos ellos: profesionalidad.¿Os imagináis por un solo instante que un determinado día toda la gente de bien nos levantáramos profesionales?, lo bien que ese día funcionaría el mundo; y es que  como decía un amigo mío: hay que ser profesionales hasta para hacer palillos.

            No pienses que la suerte está echada y lánzale un órdago a la vida. Invierte en emociones como mejor activo vital, nunca rechaces ser embaucado por la belleza, chantajeado por lo sutil, acechado por la armonía y asediado por la sensibilidad y la coherencia.

            Esta es la verdadera vacuna que nos puede inmunizar contra el tedio, la bajeza, la mediocridad y la miseria y lo demás son cuentos y gilipolleces que generalmente nos intentan vender en bolsas de grandes marcas comerciales o en programas televisivos que en vez de activar nuestra riqueza vital persiguen el pensamiento único y el encefalograma plano del que los alienta.

Sal, arriesga y vive con coherencia y respeto. Esa, es una buena y gran aventura.



Antonio Villalón de Cabo

























UNA DE BANCOS

UNA DE BANCOS


Soy de los que se ponen enfermos viendo en los telediarios los beneficios record que alcanzan los grandes bancos mes a mes y año tras año, pues siempre pienso que esos beneficios se alcanzan a costa de las comisiones que nos cargan a los más pringaos, a los que menos tenemos y a los que más necesitamos rentabilizar nuestra maltrecha microeconomía para llegar a fin de mes. Por eso todo lo que proviene de los bancos me repele: las puñeteras vajillas de regalo por meter euritos frescos a un año, los planes de pensiones, los préstamos personales que no serán tan personales cuando se los dan a cualquiera que esté dispuesto a pagar pasta gansa en intereses, y las malditas hipotecas y los euribor, y los TAE y la madre que los parió.

         Por eso me hace tanta gracia cada vez que me paro a pensar como conocí a Olga. Fue en un banco a las seis de la tarde y no precisamente en un banco de un parque ni nada de eso, no no, fue en un banco y bien digo, a las seis de la tarde de finales del mes de mayo. La tarde era preciosa y Olga y yo habíamos quedado para realizar una operación financiera. Yo estaba nervioso pues no la conocía en persona aunque sí había hablado con ella una vez por teléfono.  Siempre me pasa lo mismo cuando estoy apunto de conocer gente, bueno ya se sabe: ¿caeré bien?, ¿gustaré?, ¿agradaré?, preparo el saludo y dudo si estrecho la mano o doy dos besos, o espero a ver cómo saluda ella, bueno pues esas tonterías que se nos pasan por la cabeza cuando estamos nerviosos. Miro los carteles que hay en la sucursal bancaria y me sorprenden pues son de aquellos carteles que te tocan la fibra, que apelan a la generosidad, que destinan el 0.7% de los beneficios a proyectos de desarrollo y que en todos hay una bonita foto, ganadora de concursos en algunos casos, que sacan tu cara más amable. Enseguida pensé en los buenos publicistas que trabajan para los bancos y que hacen parecer a éstos más humanos y sensibilizados con los problemas de los más necesitados, cuando en verdad, son los más piratas y vampiros de esta sociedad, y al más puro estilo James Bond: con licencia para robar, vía comisiones e intereses.

  Seguía en pie y dando pequeños paseos de un lado a otro  y me acordaba del consejo que un día me dio mi abuelo cuando era un crío  y que se me quedó grabado una mañana que le acompañaba a hacer gestiones por la ciudad; me dijo al salir de uno de estos establecimientos financieros: “nunca le des las gracias a un banquero, es como darle las gracias a alguien que te está robando”

         También me sorprendió gratamente la actitud del personal que trabajaba en este banco. No era nada convencional y  me llamó la atención que los dos empleados, un chico y una chica, que estaban sentados en la misma mesa, tenían un aspecto cercano, de aquellos que visten sin parecer que van a una fiesta. El chico vestía unos vaqueros, una camiseta de manga corta sobre otra de manga larga con un mensaje tranquilizador cuanto menos: un símbolo chino sobre el que se leía la palabra serenidad. Una colección de pulseras multicolores y un collar con un cordón y una piedrecita circular que seguro habrá traído de algún viaje de fin de curso. Por lo que respecta a la chica, vestía vaquero y una bonita blusa blanca. Su collar era un cordón negro y una espiral plateada y una sola pulsera muy fina y de cuero. Los dos eran insultantemente jóvenes y muy amables, pero sin que esta amabilidad sea corporativa. Hay cosas que se perciben como naturales, sin más.

         En la mesa tenían un único ordenador, desde el cual se oía, en un volumen muy moderado la música de Javier Ruibal, lo cual me llamó la atención pues yo soy Ruibalero por los cuatro costados y enseguida pensé que allí había truco: gente informal, carteles que te hacen pensar, un estilo desenfadado, una música tan genial como poco comercial y tampoco había cristales ni cámaras de seguridad….esto no es posible. Y yo seguía esperando a Olga. No es que ella llegara tarde, sino que yo siempre llego antes a los sitios y esto me hace familiarizarme con el entorno de la quedada.

         Los chicos de la sucursal me dijeron que si quería podía utilizar la máquina de café en lo que esperaba, y así lo hice: café con leche, azúcar, vasito de plástico y cucharilla de palo. El café, según pude leer en la máquina,  era de comercio justo, lo cual me gustó pues soy de la opinión que siempre que te faciliten su uso es bueno para todos y cincuenta céntimos de euro me pareció justo y razonablemente asequible.  Fue darle dos sorbos al café, que estaba bastante caliente, y enseguida entró una mujer. De estatura baja y de cara aproximadamente feliz, con el pelo corto y moreno y una gafas de pasta cuadradas y de color azules, vestía vaquero y una camiseta verde de manga corta. Su edad rondaría los treinta y ocho años. Enseguida supe que ella era Olga. Los chicos de la sucursal le dijeron que yo era el cliente que la esperaba. Ella vino hacia mí y lo primero que hizo fue reírse en mi cara, suavemente, pero reírse. Sin lugar a duda mis berretes de comercio justo alrededor de mis labios era la escena que yo menos deseaba en ese momento. Sin embargo ella, con una naturalidad pasmosa, me dijo: encantada de conocerte al mismo tiempo que sonreía y se acercaba para darme dos besos y estrechar al unísono nuestras manos derechas. Me dijo lo de los labios con espuma cafetera y me ofreció un pañuelo de papel que acepté gustosamente.

         Los dos sabíamos cual era nuestra misión en las próximas dos horas: saldríamos del banco y nos iríamos a mi casa a hacer croquetas y en las dos siguientes iríamos a su casa para que me enseñara a manejar el photoshop. Ese era el acuerdo al que nos comprometimos en el banco.

         El destino nos llevó a una gran amistad que hoy perdura y de las croquetas pasamos a las empanadillas, a las berenjenas rellenas, a la tortilla de patata y hasta un cocido completo. Olga no tenía ni idea de cocina pero tenía muy buena disposición para aprender y yo apenas manejaba el ordenador y ella era un pozo sin fondo de conocimientos informáticos. Las croquetas quedaron de maravilla y ella se quedó asombrada de que aquella empresa no fuese tan complicada. Yo el día antes había hecho otra masa para no tener que esperar a que ésta se enfriase y que el proceso fuera más rápido. Metimos en un táper el sabroso  resultado de las dos horas y nos fuimos a su casa, que casualmente estaba muy cercana de la mía, y allí nos comimos las croquetas, acompañadas con una botella de vino tinto, después de la clase de foto-shop. En este homenaje gastronómico se unió David, el compañero sentimental de Olga que  nos preparó unos ricos canapés de queso y patés.  Fue una buena tarde y el comienzo de una gran amistad, que surgió gracias a que ambos sabíamos de algo y estábamos dispuestos a compartir éste conocimiento, y por su puesto, gracias a la entidad bancaria que hizo de mediadora. Pronto irá abriendo más sucursales e irás oyendo hablar de ella. Su filosofía es que todos tenemos algo que aportar o enseñar y algo que aprender o necesitar y su nombre es Banco del Tiempo.

         Sus intereses son muy altos, y aquí la palabra interés proviene de la misma raíz que interesante, sus comisiones se reducen a la expresión: cero patatero. La comisión de apertura es directamente proporcional a la apertura de tu mente y aquí TAE significa: Tiempo de Aprender y Enseñar. En este banco no hay nada que perder y mucho que encontrar,  mucho que intercambiar y así  beneficiarnos como lo hacían nuestros antepasados. Si mi abuelo levantara la cabeza, diría: pero hijo si así es como lo hacíamos antes y yo no tendría más remedio  que contestarle: ¡pero qué listos erais, jodíos!.

Antonio  Villalón de Cabo




SOBRE ALERGIAS

SOBRE ALERGIAS:


Soy uno de esos tipos que tanto sufre con las alergias, pero mi sufrimiento es doble: por un lado  ser alérgico y por otro lado porque todavía no sé a qué. Aunque ya casi lo tengo, me voy acercando, y ciertamente, creedme lo que más cuesta de una alergia es saber qué cosa la provoca. En mi caso se trata de prurito pero sin manifestación cutánea aparente. No sé porqué extraño misterio y esté donde esté de pronto comienzan los incómodos picores y durante diez minutos me gustaría quitarme la piel a tiras. Cuando lo comentas con amigos unos dicen que si es del polen (anda que no es recurrido el polen), otros que si los ácaros, otros que los crustáceos, otros que las gramíneas, etc. etc. Pero el caso es que yo he ido haciendo experimentos y exposiciones intencionadas y nada de nada. Pero un día viendo la tele en casa y haciendo tiempo para que empezase el informativo no se me ocurrió otra cosa que ver uno de estos programas tipo corazón de melón o algo por el estilo. De pronto me vi sumergido en un bombardeo informativo sobre quién estaba enrollado con la fulanita de Tissen  y la menganita de Alba, con el ex de la ex del de Ubrique y otras malas hierbas, y fue ahí cuando de pronto comenzó ese picor tan desagradable que primero eligió las piernas como campo de batalla  y poco a poco fue avanzando por todo el cuerpo. Rápidamente cambié de canal, recurrí al rascado corporal como única solución a mi insoportable estar y me quedé con el detalle para llegado el caso poderlo comentar con el dermatólogo aunque a decir verdad, prefiero verificar y seguir haciendo experimentos más que nada por no verme en la consulta del psicodermatólogo si es que esa figura existiere.

Viajando en tren tuve otro ataque, ya que un asiento trasero al mío estuvo una chica joven hablando una hora por teléfono e inevitablemente todo el vagón asistió atónito a la conversación que mantuvo con su superamiga que te pasas: que si anoche estuvimos todas en casa de Borja, que estábamos todas guapísimas, que Mario puso una música super especial, no sé…..bueno un ambiente jo super guay , que me puse el top azul ese que tanto me estiliza la figura y que me queda divino de la muerte…..y así una hora. Deduje por las caras de la gente que estaban pasando un buen y ameno rato, y que a falta de videos en los trenes regionales buenas son   conversaciones supermegapijas que te hacen más ameno el trayecto. Pero a mi me picaba el cuerpo, todo el cuerpo, así que me levanté del asiento y fui hacia la entrada del vagón a un pequeño descansillo donde poco a poco se me fue pasando el malestar del body  y del alma.

Poco a poco me iba acercando al origen de mi mal,  aunque estaba  desconcertado puesto que  yo pensaba que lo que  me provocaba los picores difícilmente se encontrase en un manual de dermatología, motivo éste por el cual aún no me atrevía a verbalizar lo que me rondaba por la cabeza.  También recurrí a san google, por si había algún precedente similar pero no obtuve mucha fortuna en los foros en los que entré.

Pero la  guinda del pastel la tuve en el supermercado haciendo la compra ya que una mujer que rondaba 60 años se me intentó colar mientras esperaba mi turno en la pescadería. Mido 1,80 y la señora en cuestión alegaba que no me había visto, aunque yo a ella lo que si le había visto era la intención de su jugada desde un principio y me había dicho a mi mismo que esta no se me colaba. El caso es que nada más se excusó con su falta de visión -y su sobredosis de morro- comenzaron los picores por mis piernas y al salir del supermercado lo tuve claro. Soy alérgico a los gilipollas y sus derivados: gilitonterías, gilipolleces, gilitontos del culo, giliexcusas, gilipollas integrales, etc. etc.
 Me froto las manos pensando que a todas las nuevas enfermedades se les pone el nombre de su descubridor. Seré conocido mundialmente por el descubrimiento de tan molesta e incómoda  enfermedad cutánea.  Algo bueno tenía que tener este comezón, aunque también pensé que difícilmente lo mío tenga cura puesto que es complicado mantenerse aislado y alejado de una fuente expositiva de tal magnitud. En fin. Pongo el máximo de cuidado con quién me junto, huyo más que permanezco, me rasco más que el rasca  de la ONCE y no salgo de la calle sin mi ipod para no escuchar las mil gilipolleces diarias a las que como media estamos expuestos en nuestras vidas. De momento es el único antihistamínico diario que da resultado.  Al fin y al cabo es el precio que tengo que pagar por descubrir el síndrome gilipodermatético que tanta fama y dinero me ha hecho ganar. Sarna con gusto no pica. O  sí, pero menos.


Toño Villalón.

SE TRASPASA



SE TRASPASA

Caminando ayer por una céntrica calle pude observar dos carteles de antiguos negocios con fondo negro y  letras naranjas cuya literatura se remite a un escueto: se traspasa. Me dio por pensar y pensar un largo rato. Reflexiones en torno a las vidas que cuelgan esos carteles. Como si de una bandera blanca se tratase es la manera que muchos pequeños empresarios de este país tienen para la rendición, para claudicar, para recular, para dejar de perder dinero, para dejar de ver pasar las horas, los días o los meses sin esas ventas que te permitan llevar una vida digna y mantener al día los pagos. También me dio por pensar si existen malos empresarios o malas ideas, o tal vez una mezcla de ambas. Pensé también en los estudios de mercado previos, en la volatilidad de las modas, en los gustos de los consumidores, en las subvenciones para montar negocios, en lo exigentes que son los clientes para algunas cosas y en las tragaderas que tienen para otras. En lo fácil que resulta, para los que tienen poder y dinero, montar megaproyectos y en las angustias y sudores que tienen que pasar otros para montar su microchiringuito.

Me dio también por pensar que en nuestras vidas estamos recreando constantemente las mismas técnicas del marketing. También abrimos nuevos proyectos vitales, cerramos otros, traspasamos nuestras angustias, fobias, miedos y magnificamos y publicitamos nuestros logros y éxitos. Decoramos nuestras vidas y nuestros cuerpos, a modo de escaparate, de lo que no somos o en lo que no creemos. Otros esperan y esperan a que soplen los vientos favorables y antes de que te des cuenta viene el ciclón y te jode el invento y la esperanza. Contratamos amigos nuevos y despedimos, procedente o improcedentemente, a otros. A veces tenemos estabilidad vital y otras veces tenemos tiempos, comida, televisión y relaciones basura.-.

Ojala la persona que cuelga estos carteles tengan un  plan “B” que les permita cerrar una puerta para abrir otra más interesante. Ojala que ese local maldito por el que ya han pasado tantos negocios y sueños consiga encontrar la idea para que le recuerden por lo que es y no por lo que fue o no pudo ser. Siempre es más interesante el estado anímico del buscador que el estado vital del que se  siente derrotado. Siempre es bueno y difícil  tener ideas y empuje para materializar proyectos que ser observador desde la atalaya del conformismo y luego argumentar en la suerte lo que en definitiva fue trabajo y riesgo.



Tal vez el mejor cartel sea aquel que rece: “me traspaso” a otro lugar, a otro proyecto mejor, a otras experiencias, con otras ideas nuevas, con otras personas, con horizontes más amplios y mentes más abiertas y sobre todo y por encima de todo, siendo fiel a un estilo de vida donde para llegar a algún sitio no tenga que pisotear los derechos de nadie. Donde la contabilidad no sólo recoja los datos económicos sino también los intangibles del alma. Donde el balance final recoja el éxito del proyecto y la felicidad que ha otorgado a sus clientes. Hasta los bancos pueden triunfar humanizándose
¿Verdad Mr. Yunus?  Ese el mayor certificado de calidad que se puede lograr en nuestra empresa y también en nuestras vidas.

Toño Villalón.



HABLO EN NOMBRE

HABLO EN NOMBRE


Hablo en nombre de las heridas del enfermo que sufre y no encuentra respuesta facultativa ni trato humanizado por falta de recursos o saturación del sistema.

Hablo en nombre de la silla de ruedas del discapacitado que no deja de encontrar obstáculos en la voluntad direccional que ansía  libertad de movimientos.

Hablo en nombre del cartón-cama del sin techo que reclama recursos, atención y visibilidad para su morador.

Hablo en nombre de la estufa de los mayores que pide calor de residencias en plazas dignas, sin lista de espera y sufragada con la cuantía económica de que se dota a una pensión.

Hablo en nombre de los números rojos de aquellos a los que un salario decente les permitiría vivir dignamente y les daría la tranquilidad de que “último de mes” no es sinónimo de miedo, incertidumbre, angustia y endeudamiento.

Hablo en nombre de los temblores de los abuelos que crían a sus nietos y demandan plazas de guarderías al módico precio de saber que una sociedad se ocupa de la educación de sus futuras generaciones como mejor legado.

Hablo en nombre de las secuelas del maltrato para pedir conciencia de problema grave y urgente, pues vivir con miedo es la mayor y más cruel amputación de la autoestima y desacredita a aquella sociedad que no pone toda su energía y raciocinio en buscar y creer en su final.

Hablo en nombre de la brújula del emigrante y os pido comprensión y tolerancia, pues busca el mismo norte que buscarías tu, si tuvieras la mala suerte de compartir  la misma barca.

Hablo en nombre del despertador del parado que anuncia la llegada de un nuevo día ya envejecido por el desánimo del que siente que todavía le queda mucho y bueno por aportar.

Hablo en nombre del arcén de la calzada que ha visto vidas segadas en su asfalto sin comprender como una persona se marcha en segundos cuando ese no era el viaje deseado, pero sabiendo que la irresponsabilidad se cobra así sus tributos.

Hablo en nombre del “panel vertical de conocimientos” de los maestros (perdón por la pedantería, siempre la llamaron pizarra) que educa generación tras generación y os pido comprensión, apoyo e implicación en la difícil tarea educativa que a todos nos incumbe.

Hablo en nombre de la balanza de la justicia y pido equidad, valentía y sabiduría para sus garantes, deseando que siempre busquen su inclinación hacia la verdad y no hacia el poder, la influencia o el vil metal.

Hablo en nombre de la esperanza del que necesita una vivienda digna y pagable y pido que la primera referencia para este sueño no sea el “euribor” sino la futura materialización del mismo.

Hablo en nombre de toda la buena gente que no pierde la esperanza de ver un mundo mejor, un mundo justo, digno y solidario  para todos, gente que pone su granito de arena en que este sueño sea posible, gente que trabaja por causas nobles, por ideales justos, por que le apetece que su entorno sea más saludable, por ver crecer sanamente a sus hijos y ver envejecer digna y justamente a sus mayores. Hay personas que merecen mucha más felicidad de la que reciben, que necesitan menos edredón nórdico y más calor humano, que necesitan soñar como el comer, que necesitan comer como el soñar. Hay gente que  se resiste a la fatalidad sin más, al noticiero macabro y gris, al corrupto de turno, al invasor de marras, al famosillo sin escrúpulos y a la silenciosa rutina. Hay gente que comunica paz, que transmite buena onda, que contagia felicidad, que irradia armonía y que el mundo necesita que existan y que te los encuentres en el camino cuando la vida te haga tropezar. Hay gente necesaria que nos da seguridad con su presencia, energía con su música, sabiduría con sus escritos, esperanza y entretenimiento con su cine, cercanía con su teatro, risa con su humor, que pueden fusionar varios ingredientes y sacar de la chistera un cóctel de emociones o una nueva  vitamina que fortalezca el alma.

            Ojalá mis políticos y mi gobierno pongan todo su empeño al servicio de la transparencia y la responsabilidad de su tarea, de la coherencia y las buenas prácticas, del diálogo y la escucha. Ojalá comprendan que su cargo es de servicio, trabajo, esfuerzo, nobleza y mucha imaginación. Ojalá se alíen con nuestros votos y nos ayuden a conseguir este manojo de sueños que en fondo todos deseamos y añoramos.

            Ojalá no tuviera que hablar en nombre de nadie, porque todos fueran escuchados, pero mientras esto llega, sólo os puede prometer que seguiré hablando.

He hablado.

Antonio Villalón de Cabo

BASUREROS DEL ALMA

Basureros del alma



¡Cuanta mierda hay en el mundo! ¿Verdad?.Porque donde hay injusticia hay mierda, donde hay dolor ídem, donde hay odio e incomprensión hay lo que hay, donde hay avaricia y despilfarro no habita lo impoluto, donde hay intolerancia y fanatismo mora la suciedad más inmunda que todo lo contagia y contamina.

Pero no todo lo infecto habita en nuestro exterior. Si rebuscamos por lo más profundo de nuestro ser, o no tan profundo, veremos que hay matices y sombras que se nos cuelan por los recovecos de lo inevitable y que solamente con una serena reflexión y una finita voluntad de cambio podremos conseguir limpieza y revestirnos hasta que el traje que nos maquilla nos vuelva a envilecer.

Me imagino un servicio de recogida diaria de miserias, las cuales depositaremos en el rellano del anochecer, bien envueltas en una bolsa opaca para que nadie sepa de que pie cojeamos, un usuario las llevará a la planta de reciclaje para que las clasifiquen y después de un laborioso proceso las  conviertan en dosis gratuitas de tolerancia, generosidad, justicia, paz y mucho sentido del humor para sobrellevar la ya de por sí difícil vida que a cada uno le toca en suerte o en desgracia.

Hoy he vuelto a ver el telediario y me recreo en esta idea, hoy escuché la radio y me ratifico en este servicio, hoy leí el periódico y no tengo ninguna duda, hoy me tropecé con el impaciente en la carretera y reivindicaré la puesta en marcha de esta empresa, hoy me miré al espejo y ahora ya somos dos los que pensamos igual. Al menos esto me consuela y reconforta y no me hace sentirme tan solo en esta imaginaria cruzada.



Antonio Villalón de Cabo

PATIO DE COLEGIO

EL PATIO DEL COLEGIO

Hagan ustedes la prueba y observen las expresiones de aquellos viandantes que pasan junto al patio de un colegio. Es inevitable esbozar una sonrisa ¿verdad?, en algunos casos ésta será leve pero este es el gesto que nos provocan los cachorros, sean de la especie que sean. Provocan ternura ante la vulnerabilidad de sus cortas vidas,  risa ante sus torpes movimientos, benevolencia ante su derroche de vitalidad, paciencia ante la repetitividad de sus acciones, añoranza del niño o niña que todos fuimos algún día y pena de haber perdido progresivamente aquella condición entre el difícil camino de la vida, la mutación morfología de nuestro cuerpo y las limitaciones de nuestra mente.

Ver el patio del colegio es un microcosmos que plasma en pequeña escala la sociedad que mora tras las vallas o verjas que acotan dicho espacio. Si hacemos un pequeño esfuerzo de observación veremos a los líderes que son los que llevan la voz cantante del juego, veremos a los que no discuten a los líderes y simplemente juegan sin discutir las normas o cuestionar las reglas. Veremos a grupos que en definitiva empiezan a comprender las bondades del trabajo en equipo. Veremos también “autistas” que se aíslan  y marginan pero que son felices en su mundo de fantasía, veremos también gestos de aburrimiento y soledad que sólo cambiarán en el momento en el que suene el timbre que anuncia la llegada de sus progenitores. Siempre hay alguien que está subido en algún lugar más o menos peligroso si los vemos con los mismos ojos de los intrépidos infantes. También los hay que comienzan a flirtear con  la tiranía de las marcas en sus ropas y calzados -salvo que el uniforme sea condición sine quanum para formar parte de dicha microsociedad   -lo que supone a edades tempranas asumir si puedes tener las zapatillas X o el chándal Y,  con las consiguientes negociaciones, chantajes emocionales y no pocos llantos ante quien tiene el poder y el dinero. Veremos a niños valientes o retraídos, alegres o con gestos de seriedad que descolocan a los adultos que los observan y que ya no recuerdan que las “pajas mentales” de los niños son sus mayores problemas y fantasmas. Es el precio que hay que pagar por mantener indemne la capacidad de imaginar.

También vemos a los maestros encargados del patio. Representan al poder establecido, a la agencia tributaria que limita o motiva las cotizaciones del juego, los rendimientos netos de sus prácticas deportivas y la base imponible de galletas y bocadillos. Tienen algo de policías, de padres, de jueces, de vigilantes jurados, de diplomáticos, de ángeles de la guardia, y de intrusos a los ojos de quienes los observan y son ajenos a la responsabilidad de sus acciones y a lo estático de sus presencias.

Pero lo que más me impresiona es pensar que estamos ante un espacio acotado de proyectos vitales, un mercado de futuros, el comienzo de un proceso que terminará sujeto a múltiples variables incluida la lotería. Un sorteo que decide aleatoriamente quién será el ecologista que defienda la sostenibilidad de nuestro planeta, el político que represente o se corrompa,  el electricista que arregle e instale los cuadros eléctricos que aún no han sido inventados, el científico que manipule nuestras células para curar enfermedades que hoy son una utopía, el policía que vigila la seguridad de los ciudadanos o el delincuente que siga dando trabajo y malos turnos al policía.


Me gustaría pensar que ese proceso que ahora empiezan es un camino de crecimiento y riqueza, que prepara para los contenidos pero también para el continente que es la vida con sus grandezas y sus debilidades. Pero sobre todo que contribuya a formar personas con valores compartidos, que no cercene el mayor activo que poseen que es la creatividad y la imaginación  y que hagamos verdaderos esfuerzos entre todos los agentes educativos de no contaminar su mundo con las miserias del nuestro. Y después de esperar y desear todo esto, miraré hacia arriba y pensaré:... que sea lo que Dios quiera.

Toño Villalón.

¿Porqué caminas caminante?

PORQUÉ CAMINAS CAMINANTE?


Un paso empuja a otro paso, un kilómetro te lleva al siguiente, varios kilómetros te llevan a una etapa y una sucesión de etapas culmina en un sueño. ¿Qué porqué hago esto?: planes truncados, promesas, retos, viaje que cierra una etapa en la vida para abrir otra, perfeccionar  un idioma o una cultura; ¡qué diferentes son las razones que llevan a la consecución de esta aventura hacia el interior de uno mismo!. Sin duda este viaje se vende en la agencia de los sueños, se paga paga en efectivo de agujetas, sudor y ampollas y las fotografías adquieren sentido en la retina de aquellos que vivieron la misma experiencia.
            Caminé solo, caminé contigo, caminé triste, caminé feliz y cantarín; caminé en la confusión y el misticismo que envuelve la noche, también lo hice entre la magia de los hayedos navarros, los sobrios viñedos riojanos, la dureza del paisaje castellano, la esperanza del paisaje berciano y por el camino verde de la alegría que produce adentrarse en la tierra de los hórreos rectangulares.
            Tuve la gran fortuna de converger en tu camino y compartir contigo etapas, pláticas, albergues y alegrías por encontrar ese café abierto. Mi credencial rebosa sellos de recuerdos en los que acreditas que ese momento lo viviste con mis silbidos,con mis canciones y con mi sentido del humor.
            Pesa más la mochila cuando cargas en ella expectativas, sueños y frustraciones; las botas pisan firme la tierra que tu voluntad le transmite y tu vestuario se mimetiza con el clima que el contexto le provoca. El bordón me ayuda a no caer en errores antes cometidos y la vieira identifica que mi camino va orientado entre flechas amarillas.
            Es este camino la metáfora de mi vida y también de la tuya. Te he disfrutado caminando, cansad@ , riendo y en capa de lluvia. Te he admirado reflexionando las cuestiones que dan sentido a la vida y te he disfrutado junto a un vaso de vino y en una cena multi-todo.
            Gracias por haberme regalado preciosos amaneceres y esperanzadores atardeceres, gracias por mostrarme que el camino está plagado de buena gente, gracias por permitirme haber culminado tan variopinto paseo y gracias por enseñarme que aunque el camino termina, la gente permanece para poder seguir disfrutándola en la senda de la cotidianidad.
            Como dice Serrat: “ A mis amigos los mido con vara rasa, los tengo bien escogidos, son lo mejor de cada casa”.

                                   ¡¡ Ha sido un lujo conocerte !!

                                                                                  Toño Villalón (Salamanca)